Los atentados terroristas que implican también el suicidio de los atacantes constituyen un fenómeno de alto impacto público en nuestro tiempo.
Sus causas son múltiples y abarcan aspectos históricos, culturales, económicos y propiamente políticos. Pero todos dichos aspectos se traducen en hechos recién después de haber atravesado la psicología de algunos individuos que ejecutan los actos en cuestión.
Por eso escribí una trilogía de artículos que enfoca un ángulo único: la psicología de las personas que cometen actos de terrorismo suicida. Este ángulo psicológico no explica por sí solo estos hechos sino que viene a complementar los otros abordajes posibles y necesarios.
Te invito a leer los tres artículos al respecto: