• Skip to primary navigation
  • Skip to main content
  • Skip to primary sidebar
  • Skip to footer

Daniel Eskibel

  • Sobre mí
  • Artículos
  • Libros
  • Consultoría
  • Newsletter

Voyeurismo del público en la era de la política como espectáculo

El público del siglo 21 tiene mucho de voyeur.
Quiere ver, quiere saber, quiere echar una mirada detrás del escenario, en la trastienda, en las zonas oscuras o pobremente iluminadas de los personajes públicos. Ya no se conforma con lo que le muestran.
Su mirada ya no se agota en lo visible. Quiere ir más allá.

La televisión, los blogs, Facebook y otras redes sociales, Twitter, YouTube…son todos medios que de alguna manera conectan con esa curiosidad por el “detrás de escena” del espectáculo.

Y la política de hoy se ha “espectacularizado”, se ha transformado en espectáculo.
Tres notas esenciales caracterizan a un espectáculo: un cuerpo que se exhibe, una mirada que lo observa y una distancia entre cuerpo y mirada. Entonces, más allá del discurso político propiamente dicho, muchos gobernantes y candidatos se muestran, se exponen, levantan el velo que cubría su vida personal.

Muchos políticos, pues, ingresan al mundo del espectáculo mediático. Cada vez más.

A veces espontáneamente, de un modo casi natural, impulsados por ese espíritu de los tiempos actuales. Son, como decía aquella vieja canción de Aguaviva aunque en un sentido diferente, “todos gente de hoy”. Y al ser gente de hoy tienen el espectáculo mediático incrustado en lo profundo del cerebro.
Al igual que el resto de las personas, claro. Incluyendo a los votantes.

Otras veces la espectacularización de la política también es producto de la dinámica propia de los medios de comunicación, y por supuesto de la ávida demanda de la mirada del espectador.

Yo quiero ver. Yo quiero que me vean. Yo quiero que lo vean. Es como un coro polifónico de espectadores, politicos y medios.

En ocasiones, también, una campaña política busca deliberadamente el espectáculo. ¿Por qué? Porque genera una notoriedad mucho mayor y más explosiva que la racionalidad discursiva clásica del político. Genera viralidad: el episodio espectacular se propaga como un rumor, como un virus…y vuela por todas partes y atraviesa todas las capas sociales y se aloja hasta en los cerebros más refractarios a la política.

Y además porque esa generación de espectáculo agrega condimentos al político, aporta toques de humanidad y facilita que muchos espectadores lo vean no como un ajeno sino como “uno de nosotros”.

Esto no es menor porque vivimos en un tiempo de narcisismos conflictivos, donde el ciudadano agobiado por problemas levanta la mirada hacia los medios de comunicación buscando un espejo, algo donde reflejarse, alguna superficie o cuerpo que le devuelva la imagen mejorada de su cotidianeidad.

Ahora bien…¿esto da resultado y aumenta la popularidad o los votos de alguien? ¿O afecta negativamente su imagen?

En este sentido puede decirse que cada caso es diferente. Lo que para uno puede ser un plus que le permite crecer, para otro resulta un episodio más y para un tercero puede ser una grave crisis de imagen.

Depende del político, de sus características personales, de su trayectoria, de sus ideas. Y depende de la sociedad en la que vive y opera, de sus prejuicios y su talante. Una cosa es Italia, en cuanto a la expresividad emocional por ejemplo, y otra cosa es el mundo anglosajón.

De todos modos creo que la gente no define su voto por la vida personal de los candidatos.
El punto central es siempre y en todas partes la percepción que ese público tenga en cuanto a qué candidato resolverá mejor sus problemas. Eso es lo que encenderá una luz verde o una luz roja en su cerebro.

El resto acompaña. A veces suma, otras veces resta. Es más: a veces el exceso de espectáculo resulta rentable en imagen en el corto plazo pero pasado el tiempo se vuelve en contra y resulta un bumeran.

Sabido es que el espectáculo tiene sus propias leyes, y el político que lo ignore arriesga con tropezar con algunas de ellas. La notoriedad puede ser notable y resplandeciente, sí. Pero un paso en falso puede dejar el show fuera de cartel.
Y como el espectáculo debe continuar, ya vendrán otros con un nuevo show.

Aún quienes parezcan inmunes, de todas maneras están jugando con fuego. Y un buen día los aplausos se trocan en silbidos.
Me refiero a que los mismos que aplaudían se saturan y un buen día comienzan a silbar.

Aprende cómo aplicar la psicología para ganar votos y construir poder político.

Recibe gratis el boletín diario de Daniel Eskibel.

Suscríbete aquí.

Previous Post: « Mis 8 artículos más leídos del año 2013
Next Post: El ciclo de popularidad de los gobiernos »

Primary Sidebar

EMAIL DIARIO

Daniel Eskibel en tu correo electrónico. Una idea por día. Todos los días.

Infórmate aquí

Lo que otros dicen

  • "1 de los 100 profesionales de la política más influyentes del mundo.”
    Revista Washington Compol (Washington DC, USA)
  • “Psicólogo y consultor político, especialista en el comportamiento electoral”.
    National Geographic (España)
  • “Consultor político que ha incorporado la dimensión psicológica a la comunicación política.”
    El Confidencial (España)
  • “Experto en psicología política para campañas electorales.”
    El Mundo (España)
  • “El maestro Daniel Eskibel es referencia obligada en psicología política.”
    SDP Noticias (México)
  • “Experto de la consultoría política y especialista en psicología política.”
    Ámbito Financiero (Argentina)
  • “40 años dedicado al estudio de la mente humana y a su aplicación en la práctica política.”
    Asociación Latinoamericana de Consultores Políticos
  • “Experto en psicología del votante.”
    Revista Vanity Fair (España)
  • “Especialista en comunicación política”.
    Infobae (Argentina)
  • “Referencia mundial en español en psicología política.”
    Revista de la Asociación de Comunicación Política (España)
  • “El mayor especialista en psicología política del mundo de habla hispana.”
    Cumbre Latinoamericana de Comunicación y Gobierno (Latam)
  • “Consultor político especialista en psicología del votante.”
    La Nación (Argentina)
  • “Rara avis dentro de la consultoría política por el abordaje poco común que este psicólogo desarrolla en torno a la profesión, mucho mas vinculado con las variables emocionales. Eskibel es una parte importante de organismos que son entidad seria en comunicación política, y si algo lo caracteriza es la claridad y la síntesis.”
    Gira Buenos Aires (Argentina)
  • “Incorpora la psicología del votante a los estudios de opinión púbica y al diseño de estrategias políticas y de comunicación.”
    Diario de la Universidad Pablo de Olavide (España)
  • “El evangelista de la psicología política.”
    The Washington Academy of Political Arts and Sciences (USA)
  • “Si pudiéramos leer la mente de Daniel Eskibel aprenderíamos muchas cosas útiles para ser un buen candidato y para dirigir una campaña electoral.”
    Napolitan Victory Awards (USA)
  • "Reconozco que pensé que me costaría encontrarle una aplicación práctica en función de mis intereses. Sin embargo me di cuenta de que estaba equivocada y que se abría ante mí un área de conocimiento apasionante con múltiples aplicaciones, muchas de las cuales apenas han sido exploradas.”
    María José Bayo (periodista y consultora en comunicación estratégica, España)

Buscar

Footer

Daniel Eskibel

Biografía
Prensa
Testimonios
Clientes
Método
Personalidad
Ética
Empresa

Consultoría Política

Campañas psicológicas para reducir las objeciones racionales y emocionales de los votantes.
Consultoría para campañas electorales, partidos políticos, empresas y gobiernos en todo el mundo de habla hispana.
Más información en:
Consultoría política de Daniel Eskibel

Libros

Libros de Daniel Eskibel

Contacto

Página de contacto

Daniel Eskibel  
PO Box 55032
20400 – San Carlos, Maldonado
URUGUAY

Daniel Eskibel. 2002-2022. Privacidad