Si estás con poco tiempo te lo puedo resumir en una sola frase: el gran secreto de las redes sociales es compartir.
Compartir.
Punto. Ya puedes abandonar este artículo. O seguirlo para profundizar, pero la clave está ahí: compartir.
El de las redes sociales es uno de esos temas estrella, uno de esos temas sobre el cual todos hablan y todos quieren saber.
En especial políticos, consultores y profesionales quieren saber cómo utilizar mejor Facebook, Google +, Twitter, YouTube y otras redes.
Y es lógico que así sea: cada una de esas redes es como si fuera una gigantesca ciudad donde puedes encontrar a tu vecino de la puerta de al lado, a los que viven en otro barrio, en otra parte del país o en otro país.
Piénsalo así, entonces: cada red social es una enorme ciudad. Y compara cuales son las mayores ciudades del mundo:
- Facebook: más de 1000 millones de personas
- YouTube: unos 800 millones de personas
- Google +: unos 500 millones de personas
- Twitter: 500 millones de personas
- Linkedin: más de 200 millones de personas
- Tokio: 40 millones de personas
- México: 30 millones de personas
- Nueva York: 25 millones de personas
- Bombay: más de 20 millones de personas
- Seúl: más de 20 millones de personas
Saca las cuentas en tu país y te aseguro que en Facebook viven más cantidad de tus compatriotas que en las demás ciudades.
¿Por qué están allí de un modo tan masivo?
Lo dicho: para compartir.
Las redes sociales permiten el contacto con los demás saltando las barreras de la distancia. Y ese contacto es tanto más valorado por la gente cuánto más valiosos sean los contenidos compartidos.
Entonces: si quieres tener un buen resultado de tu presencia en redes sociales lo que tienes que hacer es compartir con los demás.
¿Compartir qué?
Pues depende de la persona, de sus objetivos en las redes y de cuáles son las que utiliza.
Por ejemplo:
- Facebook es la red más personal y allí dominan mucho las imágenes. En mi caso: si quieres conocer mejor a la persona de carne y hueso que escribe estos artículos, pues me agregas en www.facebook.com/danieleskibel
- YouTube ya sabes que es para compartir videos. En mi caso son videos de spots publicitarios de carácter político y tal vez en poco tiempo serán también contenidos educativos de marketing político (te suscribes en http://www.youtube.com/user/danieleskibel?sub_confirmation=1)
- Google + tiene varias similitudes con Facebook, aunque con un diseño visual muy diferente, con más proporción de contenidos ‘serios’ y menos juegos y comentarios intrascendentes. Simplemente entras en https://plus.google.com/104105302947471776560/posts/p/pub?hl=es y me agregas (en Google + no son amigos ni seguidores sino que cada uno agrega a los demás en sus ‘círculos’)
- Twitter es el reino de la brevedad y la síntesis: apenas 140 caracteres por cada mensaje. Y puedes seguir a cualquier persona del planeta y ver qué publica. Es una red ideal para compartir enlaces a artículos y notas de interés. Yo lo hago con artículos valiosos que encuentro en internet sobre temas vinculados al marketing político, la psicología, la sociedad, la política, la ciencia y la tecnología (en www.twitter.com/danieleskibel).
- Linkedin es la red más profesional y empresarial y facilita los contactos en ese rubro, por lo tanto el tono y el contenido de lo que se comparte tiene que estar vinculado con estas temáticas (ya sabes: a mí me puedes encontrar en www.linkedin.com/in/danieleskibel).
Con estos ejemplos simples te quiero decir no solamente que tienes que compartir para aprovechar mejor las redes sociales. Además tienes que compartir de acuerdo a tus intereses y fundamentalmente respetando las características de cada red y de los usuarios de la misma.
Al usuario de Linkedin no le interesan las fotos de tu adorable abuelita.
Al usuario de Facebook no le interesan los hashtags y los RT.
Al usuario de Twitter no le interesa lo que estás comiendo.
Al usuario de YouTube no le interesan los videos demasiado largos.
Al usuario de Google + no le interesa Farmville.
Comparte. Sí.
Pero respeta las diferencias entre los usuarios de cada red social.
Comprende que son diferentes.
Comprende que tu propio comportamiento es diferente cuando estás en cada una de ellas.
¡Y que viva la diferencia!