El mes pasado descubrí algo interesante.
Es posible que todo el mundo lo sepa y no sea ningún descubrimiento. Pero igual. Para mí es una novedad.
Te lo cuento y ya me dirás.
Es algo que encontré mirando una serie china de televisión.
Te preguntarás qué hace este tipo mirando series chinas. Yo también me lo pregunto, no te preocupes.
Y mi respuesta más breve es que tenemos que comprender algo de la cultura china para interpretar adecuadamente lo que ocurre en el mundo.
Ya sabes: un país que ya es la segunda potencia mundial, que apunta a ser primera potencia en breve y que cada vez estrecha más vínculos con España y América Latina.
En ese contexto mirar una serie china no es nada, ya lo sé.
Pero igual.
El hecho es que estaba mirando una serie de tal origen.
Y los personajes estaban cenando en un restaurante importante. Es allí, durante la cena, que aparece el detalle que me llamó la atención.
La mesa con los platos de la cena giraba lentamente.
Giraba.
De tal manera que cada uno de los comensales tenía ante sí un plato distinto cada pocos segundos. Entonces cada cual iba eligiendo y comía lo que más le gustaba de aquella variación.
Como te digo, tal vez es algo que viste miles de veces.
Pero para mí fue novedoso.
Acá entra mi deformación profesional.
Esa que me hace ver el mundo a través de la comunicación, la psicología y la política.
Entonces pienso que un problema serio de la comunicación política de nuestro tiempo es la rotación permanente de los temas de conversación social.
Piénsalo.
Rotación permanente de los temas de conversación social.
Las personas conversan unas con otras en la vida cotidiana. Y los temas de conversación van y vienen. Se pasa de un asunto a otro. Después a otro. Y a otro. De vez en cuando vuelve un asunto anterior. Y la rueda sigue girando.
Pasa en todas las conversaciones.
Lo estarás viendo en esta época del año tan propicia a las reuniones y encuentros sociales.
El problema es que en las campañas políticas queremos que nuestros temas, los que nos interesan, estén en esa conversación social.
Y allí está la dificultad.
En la permanente rotación y diversidad que ofrece esa conversación social.
¿Cómo entrar en esa mesa china de la conversación social?
Ese es un tema crucial para tu campaña. Ingresar la política en la conversación social.
Daniel Eskibel