Barack Obama ganó las primarias en 8 estados consecutivos, todo en muy pocos días. Ya no es la novedad demócrata, como al principio. Tampoco la gran estrella de la campaña, como lo fue hasta ahora. Llegó el momento de amenazar muy seriamente las posibilidades de Hillary Clinton, que ahora despidió a sus principales directores de campaña.
La clave estratégica de Hillary era detener mucho antes al joven Senador de Chicago. No pudo hacerlo, o no supo hacerlo. Ahora la esperanza de los Clinton, la última esperanza, está en Texas y en Ohio el 4 de marzo. Si Hillary no gana allí con claridad y contundencia, entonces su derrota será segura.
¿Qué se puede decir antes de Texas y Ohio? Si Obama trae el gran impulso, si ese impulso no solo no ha podido ser detenido sino que crece, si el cuartel general de Hillary está en plena crisis de pánico…entonces Obama está muy cerca de ser el candidato demócrata para enfrentar al republicano Mc Cain.