– El correo electrónico está muerto -dicen muchos que se autoproclaman expertos.
Y cierto coro angelical se inflama el pecho entonando que las redes sociales son la principal herramienta de persuasión electoral. Que basta de email. Que el email en la comunicación política es cosa del pasado. Que ahora es Tik Tok. Ayer decían que era Instagram. La semana pasada que era WhatsApp. El mes pasado era Twitter. El año pasado tal vez Facebook. Y así podríamos seguir hasta My Space.
– Ok boomer -dirán algunos-. Si recuerdas My Space está todo dicho, estás tan atrasado que eso explica que defiendas el correo electrónico.
En fin, haré como que no escucho esa crítica.
Pero sí voy a defender el correo electrónico como herramienta de comunicación política.
¿Única herramienta?
No, eso sería un disparate.
Pero lo que quiero decir es que el email sigue siendo vigente y que somos tontos si no lo aprovechamos.
Vamos a ver.
La gente sigue usando el correo electrónico. De hecho es lo que estás haciendo ahora mismo. Hay más personas con email que con la red social más exitosa. Y es una comunicación más directa que no se pierde de vista en el flujo incesante de las redes sino que se mantiene ahí, en la bandeja de entrada, esperándote.
¿Por qué crees que tu banco se comunica contigo por email?
¿Por que te piden el correo luego de una compra en la tienda de Apple?
¿Por qué te lo piden en el hotel donde te alojas?
¿Por qué te lo piden las mismísimas redes sociales cuando te registras?
Pues eso.
Eso es lo que digo.
No se trata de oponer redes versus email. Se trata de usar las mejores herramientas. Sin novelería. Sin la vana idea de que nuevo significa mejor. Tampoco significa peor, ya sabes. Y que uses el correo no significa que no uses las redes.
Pues bien.
Mi consejo de hoy es que aproveches cada punto de contacto con tus posibles votantes para obtener su dirección de correo electrónico. Y que luego uses el email como herramienta de comunicación política.
Daniel Eskibel