Diferenciarse o morir. Parece ser uno de esos dramáticos eslóganes revolucionarios: Libertad o muerte, Patria o muerte…y llamamientos similares. Pero no. En realidad es el nombre de un libro de Jack Trout (uno de los autores de la teoría del
posicionamiento y del marketing de guerra).
Diferenciarse o morir. Aplicado a la política: diferenciarse o perder, diferenciarse o fracasar.
Un loco a contramano
Vale recordar un chiste viejo y conocido. El protagonista es un loco (dicho cariñosamente, por cierto).
El loco va conduciendo su automóvil por las calles de una enorme y populosa capital. Al llegar a la principal avenida se mete en ella pero…¡a contramano! Y allí va manejando hacia el norte mientras todos avanzan en sentido contrario, hacia el sur. Va esquivando los miles y miles de vehículos que se le vienen de frente.
Acelera en medio del caos de bocinas y frenazos, y enciende la radio para disipar el stress. En eso escucha un boletín urgente de noticias. La voz crispada del locutor anuncia: “Último momento. Peligro en la principal avenida. Un loco circula a contramano a toda velocidad. Repito: un loco circula a contramano”.
El loco mira de reojo hacia la radio mientras pasan zumbando miles de otros autos en dirección contraria. Y le habla al locutor:
“¿Uno? Qué va, hombre. ¡Miles! No es uno, son miles. Miles de locos a contramano”.
La pesadilla de los clones
Imagina un mundo de pesadilla. Una campaña electoral de pesadilla. Donde todos los candidatos son clones. Donde todas las campañas son clones.
Enciendes el televisor. Una pieza publicitaria electoral de un partido. Luego una de otro partido. Después otra de un tercer
partido. Y así sucesivamente. Todas iguales. Los mismos jingles, los mismos colores, los mismos eslóganes, los mismos guiones, los mismos actores, los mismos mensajes. Publicidad clonada.
Enciendes la radio. Entrevistan a un candidato. Luego a otro. Después a un tercero. Y así sucesivamente. Todos iguales.
Monótonos. Repetitivos. Las mismas propuestas. Las mismas ideas.
Las mismas voces. Las mismas frases.
Candidatos clonados.
¡Socorro!
Despierta.
Que solo es una pesadilla.
El mimetismo no es para los políticos
Algunos animales se mimetizan extraordinariamente bien con el ambiente en el que viven. Tanto que pueden pasar inadvertidos por completo. Como ocurre también con los soldados y sus uniformes camouflados con el terreno donde operan.
Pero lo que es bueno para los animales o para los soldados, no lo es para los políticos. Por el contrario: pasar inadvertidos es
mortal.
¿Y sabes qué? Para la gente común, esa que vive a moderada distancia de la política y sus vaivenes, los políticos son casi
clones. “Son todos iguales”, dicen. Y realmente los perciben muy pero muy iguales entre sí.
Por eso, más vale ser un loco a contramano. Uno. Ser 1.
¿Dónde están los votos?
Los votos están en la diferencia. Si te ven igual a los demás, seguirán votando a los demás. Para que te voten te tienen que
distinguir. Tienen que tenerte presente en su mente. Tienen que identificarte. Tienen que diferenciarte de los demás.
¿Quieres un consejo?
Ayuda a los votantes a diferenciarte.
Sé diferente.
Despega del fondo gris de los clones.
Para eso es necesario estudiar a los candidatos competidores. Analizarlos.
Y luego analizar tu propia candidatura. Buscar las diferencias.
Marcarlas. Subrayarlas. Mostrarlas.
Ser ese loco que va a contramano.
Recuerda: diferenciarse o morir.