Quieres que alguien de tu equipo deje de cometer ese error que siempre comete. Que ya no siga haciendo eso. Y no sabes como lograrlo.
Has probado todos los métodos (o eso por lo menos es lo que crees). Le has dado largas explicaciones y nada. Le has echado la bronca y nada. Has ignorado por completo a la persona y nada. Le has dado instrucciones precisas y tampoco nada. Todo fracasa, nada funciona, todo sigue igual.
Te doy un consejo simple para abordar la situación. Un consejo en tres partes:
1. Refuerza lo positivo.
2. Ignora lo negativo.
3. Repite.
Vamos a ver.
Primero refuerza lo positivo.
O sea que tienes que detectar algo positivo en la acción de esa persona. Aunque sea pequeño, pero algo bueno, algo alineado con lo que crees que hay que hacer. Si me dices que es imposible porque no hay nada que esté bien en la acción de esa persona, pues entonces vas a tener que esforzarte más. Ya sabes: aún los relojes rotos igual dan bien la hora dos veces por día. Así que vamos, encuentra ese mínimo fragmento positivo.
¿Cómo lo refuerzas? Poniendo eso en palabras, elogiando esa parte de la acción, comunicando que eso está bien.
Seguimos viendo.
Segundo ignora lo negativo.
No te estrelles contra la pared. No te desahoges con 4824 palabras. No pierdas la calma. Solo ignora esa parte. Elige el silencio. Calma.
Y finalmente, repite.
Una y otra vez lo mismo. Refuerza lo positivo. Ignora lo negativo. Y sigue adelante que hay mucho trabajo por hacer.
¿Funciona?
Sí, funciona.
Te lo digo yo que llevo más de cuarenta años estudiando la mente humana y aplicando la psicología a los más diversos escenarios.
Pero lo mejor es que lo compruebes por tí mismo. De hecho lo puedes comenzar a poner en práctica hoy mismo. Mañana tal vez sea tarde, comienza hoy mismo.
Aplícalo muchas veces. Tantas veces hasta que te salga naturalmente.
Y ya verás los cambios.
Daniel Eskibel